Un porcentaje altísimo de plagiocefalias la presentan. Muchas veces pasa desapercibida. El plano de los ojos y la altura de las dos orejas desviadas de la horizontal, la dificultad de girar hacia un lado, la preferencia a dormir siempre del mismo lado, nos deben hacer sospechar cuando un lactante tiene una TMC. Si mirando a su hijo/a desde atrás observa un pliegue como el de la foto, entonces casi seguro que tiene una tortícolis.
Es importante tratarla pronto, a diario y durante todo el tiempo necesario.
Las secuelas de las TMC no tratadas o no resueltas son muy graves porqué a la deformidad propia del cráneo producida por la plagiocefalia hay que añadirle la deformidad facial provocada por la desviación del cuello.