Para planificar la intervención quirúrgica es útil la práctica de escáner helicoidal en tres dimensiones (TAC 3D; CT-scan 3D). Reservamos el uso de la Resonancia Nuclear Magnética (RNM o MRI) para estudios de la masa cerebral.
Antes de la cirugía planteamos revisión oftalmológica, test de maduración neurológica, estudio pediátrico dismorfológico. Sólo en casos extremos se toma la presión intracraneal (PIC).
Según cada caso se solicita estudio genético, especialmente en las craneosinostosis complejas o sindrómicas (Crouzon, Apert, Saethre-Chotzen, etc.).